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Tres dimensiones de las situaciones

Un enfoque para afrontar la realidad

Me fui dando cuenta de ello casi sin querer. Lo había venido haciendo de forma instintiva durante mucho tiempo, pero sin percatarme del proceso que seguía. Cada vez que me encontraba ante una situación nueva en mi trabajo y en mi vida cotidiana, la ubicaba inconscientemente con relación a tres ejes o coordenadas:

  1. Coordenada sistémica, en la que evaluaba la situación con relación a otros eventos o personas; a su interacción con otros elementos.
  2. Coordenada estratégica, en la que visualizaba los posibles cursos de acción que podría seguir la situación; en la que veía su evolución en el tiempo.
  3. Coordenada afectiva, en la que examinaba mi sentir respecto a la situación; al efecto que tenía sobre mis emociones y sentimientos.

Considerar las situaciones desde esta triple perspectiva nos permite encuadrarlas en el contexto en que se encuentran, proyectarlas a lo largo de un período determinado y revisar la forma en que estamos implicados emocionalmente en ellas.

Supongamos por ejemplo que su empresa decide introducir un nuevo producto o un nuevo servicio. La perspectiva tridimensional examinará en primer lugar, cómo afectará esa nueva línea a otros productos o servicios de la gama de su empresa, así como su efecto sobre los agentes internos y externos de la organización.

  • ¿Competirá con otros productos, los canibalizará?
  • ¿Reforzará, por lo contrario, su venta?
  • ¿Afectará la capacidad de producción y de almacenaje instalada? ¿Se necesitarán nuevos procesos?
  • ¿Qué reacciones o efectos podría producir esta decisión en los clientes, los proveedores y los competidores?

Son preguntas todas ellas orientadas a posicionar el evento en la primera dimensión, o coordenadasistémica.

En segundo lugar, analizaremos su desenvolvimiento en el tiempo, en función de los posibles escenarios para su desarrollo.

  • ¿Tendrá una curva de crecimiento acelerada?
  • ¿El aumento esperado en las ventas será estacional?
  • ¿Es posible agilizar su introducción mediante promociones?
  • ¿Afectará el medio ambiente?

Son el tipo de preguntas que “posicionan” la situación en la dimensión estratégica; a lo largo del tiempo.

Finalmente, vendrían las preguntas para ubicar la situación en la dimensión afectiva, las cuales son siempre referidas al ámbito personal:

  • ¿Qué siento respecto a esta nueva situación?
  • ¿Me gusta o me disgusta?
  • ¿Qué intuyo qué pudiera llegar a pasar?
  • ¿Me da buen feeling?

Este tipo de preguntas revelan el trasfondo personal de las situaciones, legitimando nuestras emociones y haciendo patente el grado de involucramiento personal que tenemos con ellas (si somos parte de un problema). Esta sería la dimensión afectiva.

En la Edad Media existían tres artes liberales relativas a la elocuencia, denominadas el trivium (la gramática, la retórica y la dialéctica), las cuales, junto con el cuadrivio, constituían la base de los estudios que impartían las universidades. De la palabra trivium deriva la palabra trivial.

Hagamos de las tres coordenadas para evaluar una situación un ejercicio tan habitual en nuestras vidas, que se vuelva trivial ver toda situación desde una perspectiva sistémica, estratégica y afectiva. De ello derivaremos un mejor conocimiento de las situaciones y contaremos con un buen punto de partida para gestionarlas.

© 2024 Vladimir Gómez Carpio
Consultor en Desarrollo Organizativo
www.soyvladimirgomezc.com
vladigom@hotmail.com

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