Sacar fuera lo mejor del otro
Extrayendo la riqueza interior
Si los seres humanos hemos sido capaces de extraer petróleo a más de 10 kilómetros de profundidad, también deberíamos ser capaces de extraer lo mejor de los demás, con métodos menos sofisticados.
¿Bajo qué condiciones un trabajador está dispuesto a dar lo mejor de sí?
Esta pregunta ha sido formulada desde los inicios de la psicología industrial y se sigue planteando aun hoy en día, por ejemplo para elegir las empresas distinguidas como “great places to work” (grandes sitios para trabajar).
En cuanto a las respuestas, las sabemos bastante bien y en cada nueva investigación que se realiza lo que hacemos es prácticamente corroborarlas:
- Una sólida cultura corporativa
- Entender el desarrollo de los empleados como una prioridad estratégica
- Dar a los trabajadores cierto grado de autonomía para tomar algunas decisiones
- Lograr que el trabajo resulte significativo para el empleado
- Que no existan distractores tales como salarios bajos, inseguridad en el trabajo, o una pobre supervisión. Por mencionar solo algunos de los componentes de la fórmula para la “extracción” de lo mejor de los demás.
Pero si existe algo que consigue que una persona se comprometa, se implique en el trabajo, es el ver que sus esfuerzos en la empresa le permiten avanzar en la consecución de sus objetivos personales. Es aquí donde la sinergia organización-trabajador se hace realmente fuerte.
De manera que si una organización aspira elevar la motivación de su personal, debería incentivar el que cada trabajador tuviera una visión de su propio futuro, que dicha visión fuera compatible con la de la organización y que el empleado se esté esforzando por alcanzarla.
Ayudemos entonces a nuestra gente a Crear su Destino, teniendo una visión que lograr. Si lo hacemos, todos saldremos ganando.
© 2024 Vladimir Gómez Carpio
Consultor en Desarrollo Organizativo
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