Entre dos aguas
Juntos y revueltos
Al sureste de Venezuela, en la confluencia de los ríos Orinoco -el tercero más caudaloso del mundo- y Caroní -su principal afluente- se produce un vistoso fenómeno: dos cuerpos de agua de distinta apariencia, coexisten durante un tiempo sin mezclarse.
Este espectacular fenómeno se explica por la carga de minerales y otras sustancias que contienen ambos ríos, así como por la temperatura y la velocidad de sus aguas al momento de juntarse.
Dicha imagen representa una buena metáfora de un proceso que está ocurriendo en nuestro tiempo: el encuentro, aún sin integrarse, de dos grandes corrientes de pensamiento que difieren en cuanto a cómo se plantean el propósito de nuestra vida en la Tierra.
Una de ellas, fundamentalmente materialista y egocéntrica, justifica nuestra existencia en torno al supremo valor de la competencia, la acumulación de bienes materiales y un vivir de espaldas a la naturaleza. A la otra corriente, principalmente espiritual y eco-céntrica, la guía el principio de convivencia, la realización del Ser y una vida en armonía con la naturaleza.
Dentro de cada una de estas grandes corrientes hay infinidad de modalidades y matices, pero la agrupación de todas ellas dentro de estas dos grandes categorías se justifica por el origen, el recorrido y las creencias comunes en que se basan.
Lo interesante del momento que vivimos como humanidad, es que debido a los avances en la tecnología y en particular en las comunicaciones, el contacto e intercambio de contenidos que se produce entre ambas visiones cada vez es mayor.
De dicho proceso puede devenir una civilización renovada, enriquecida; una nueva forma de “estar en el mundo, sin ser del mundo”. Y esa es precisamente mi apuesta personal y la idea fundamental que guía mi actividad: contribuir a instrumentar, a hacer realidad esa posibilidad.
Para avanzar en esta iniciativa es imprescindible que se dé una escucha profunda entre ambas corrientes y el empleo de nuestra capacidad crítica, para no caer en espacios de fantasía. El empleo de la razón y la búsqueda de evidencias que sustentan ambas visiones constituyen una forma de proceder fiable para que se dé esa integración, proceso que necesariamente ha de estar al servicio de nuestra sensibilidad.
© 2025 Vladimir Gómez Carpio
www.vladimirgomezc.com
Libro «Cómo llevar la luz al poder»
Entre dos aguas
Juntos y revueltos
Al sureste de Venezuela, en la confluencia de los ríos Orinoco -el tercero más caudaloso del mundo- y Caroní -su principal afluente- se produce un vistoso fenómeno: dos cuerpos de agua de distinta apariencia, coexisten durante un tiempo sin mezclarse.
Este espectacular fenómeno se explica por la carga de minerales y otras sustancias que contienen ambos ríos, así como por la temperatura y la velocidad de sus aguas al momento de juntarse.
Dicha imagen representa una buena metáfora de un proceso que está ocurriendo en nuestro tiempo: el encuentro, aún sin integrarse, de dos grandes corrientes de pensamiento que difieren en cuanto a cómo se plantean el propósito de nuestra vida en la Tierra.
Una de ellas, fundamentalmente materialista y egocéntrica, justifica nuestra existencia en torno al supremo valor de la competencia, la acumulación de bienes materiales y un vivir de espaldas a la naturaleza. A la otra corriente, principalmente espiritual y eco-céntrica, la guía el principio de convivencia, la realización del Ser y una vida en armonía con la naturaleza.
Dentro de cada una de estas grandes corrientes hay infinidad de modalidades y matices, pero la agrupación de todas ellas dentro de estas dos grandes categorías se justifica por el origen, el recorrido y las creencias comunes en que se basan.
Lo interesante del momento que vivimos como humanidad, es que debido a los avances en la tecnología y en particular en las comunicaciones, el contacto e intercambio de contenidos que se produce entre ambas visiones cada vez es mayor.
De dicho proceso puede devenir una civilización renovada, enriquecida; una nueva forma de “estar en el mundo, sin ser del mundo”. Y esa es precisamente mi apuesta personal y la idea fundamental que guía mi actividad: contribuir a instrumentar, a hacer realidad esa posibilidad.
Para avanzar en esta iniciativa es imprescindible que se dé una escucha profunda entre ambas corrientes y el empleo de nuestra capacidad crítica, para no caer en espacios de fantasía. El empleo de la razón y la búsqueda de evidencias que sustentan ambas visiones constituyen una forma de proceder fiable para que se dé esa integración, proceso que necesariamente ha de estar al servicio de nuestra sensibilidad.
© 2025 Vladimir Gómez Carpio
www.vladimirgomezc.com
Libro «Cómo llevar la luz al poder»