Vi un futuro extraordinario
La gran transformación es posible
Cuando comencé a escribir Cómo llevar la luz al poder, en nuestra vida y en el sistema, no imaginé que llegaría a conclusiones significativas, mucho menos que terminaría proponiendo soluciones concretas y vías para hacerlas realidad.
Pero eso es precisamente lo que ocurre cuando se actúa con “irresponsabilidad” en el sentido más profundo del término: cuando se asume un compromiso sin necesidad de controlar sus resultados, algo más grande puede expresarse a través de nosotros. En mi caso, una voz interior —la llamo “la Fuente”— comenzó a hablarme, dando lugar a un diálogo revelador del que nació el contenido del libro. Mi rol fue, en gran medida, el de transcriptor.
Las conclusiones del libro, fruto de la exploración sobre el origen de los grandes problemas de la humanidad, señalan que este radica en dos elementos fundamentales:
- La identificación con el ego, el mecanismo que hace posible la experiencia corpórea del alma en la Tierra.
- La institución del dinero, ficción creada por el ego, que opera como el mecanismo dominante en la distribución de los recursos del planeta.
La propuesta central consiste en migrar desde una Sociedad Basada en el Ego y el Dinero (SBED) hacia una Sociedad Basada en el Ser y los Recursos (SBSR). Esta transformación no es una utopía abstracta, sino un proceso que puede activarse, entre otras formas, modificando la manera en que nos relacionamos y organizamos para realizar las tareas y actividades a través de las cuales logramos nuestros objetivos.
A continuación, comparto las principales iniciativas que pueden facilitar esta transición:
- Habilitar el ser, trascendiendo el ego (como se propone en los Círculos Dorados del Ambroz).
- Reconectarnos con la naturaleza, desde un nuevo nivel de consciencia, y abandonar progresivamente el sistema de vida en ciudades inhumanas.
- Crear comunidades lúcidas y autosuficientes, tanto en lo socioeconómico como en lo espiritual (como las Villas NatTec).
- Redefinir nuestras necesidades esenciales, aquellas que nos permiten ser felices, tener éxito y alcanzar la plenitud.
- Preservar y potenciar la libertad individual, eliminando toda forma de esclavitud, visible o encubierta.
- Abandonar las estructuras jerárquicas, basadas en autoridades, gobernantes y líderes, y avanzar hacia sistemas autoorganizados (como los Grupos Conscientes de Trabajo).
- Impulsar la ciencia y la tecnología guiadas por la sensibilidad, al servicio del bienestar colectivo.
- Aprender a realizar decisiones y construir consensos, superando el predominio de las mayorías, incluso las calificadas, tomando en cuenta los intereses de todos.
- Diseñar un nuevo sistema de distribución de los recursos de la Tierra, que sea equitativo, eco céntrico, transparente y eficaz.
Además, he identificado tres posibles eventos que actuarían como catalizadores de esta gran transformación:
- Grandes cambios geológicos en Gaia, intensificados por fenómenos cósmicos, como resultado de su proceso evolutivo natural y en respuesta a nuestro modelo de desarrollo inconsciente y depredador.
- La comprobación científica de que existe vida después de la muerte.
- El contacto e intercambio público, abierto y pacífico con inteligencias extraterrestres o inter dimensionales.
El impacto de estos eventos sobre nuestra consciencia colectiva sería inmenso, y podría aportar el impulso necesario para el gran salto que como humanidad tenemos pendiente de realizar.
El futuro que vislumbro supera nuestros sueños más ambiciosos. Y cada persona puede contribuir a hacerlo realidad, al menos de dos maneras:
- Profundizando en alguna de las iniciativas mencionadas, utilizándola como eje para construir el mundo posible.
- Juzgando los cambios políticos, sociales, económicos, tecnológicos o ambientales, a través del prisma de si contribuyen o no a la transición de la SBED a la SBSR.
¡Te invito a unirte a esta gran transformación en marcha!
© 2025 Vladimir Gómez Carpio
www.vladimirgomezc.com
Vi un futuro extraordinario
La gran transformación es posible
Cuando comencé a escribir Cómo llevar la luz al poder, en nuestra vida y en el sistema, no imaginé que llegaría a conclusiones significativas, mucho menos que terminaría proponiendo soluciones concretas y vías para hacerlas realidad.
Pero eso es precisamente lo que ocurre cuando se actúa con “irresponsabilidad” en el sentido más profundo del término: cuando se asume un compromiso sin necesidad de controlar sus resultados, algo más grande puede expresarse a través de nosotros. En mi caso, una voz interior —la llamo “la Fuente”— comenzó a hablarme, dando lugar a un diálogo revelador del que nació el contenido del libro. Mi rol fue, en gran medida, el de transcriptor.
Las conclusiones del libro, fruto de la exploración sobre el origen de los grandes problemas de la humanidad, señalan que este radica en dos elementos fundamentales:
- La identificación con el ego, el mecanismo que hace posible la experiencia corpórea del alma en la Tierra.
- La institución del dinero, ficción creada por el ego, que opera como el mecanismo dominante en la distribución de los recursos del planeta.
La propuesta central consiste en migrar desde una Sociedad Basada en el Ego y el Dinero (SBED) hacia una Sociedad Basada en el Ser y los Recursos (SBSR). Esta transformación no es una utopía abstracta, sino un proceso que puede activarse, entre otras formas, modificando la manera en que nos relacionamos y organizamos para realizar las tareas y actividades a través de las cuales logramos nuestros objetivos.
A continuación, comparto las principales iniciativas que pueden facilitar esta transición:
- Habilitar el ser, trascendiendo el ego (como se propone en los Círculos Dorados del Ambroz).
- Reconectarnos con la naturaleza, desde un nuevo nivel de consciencia, y abandonar progresivamente el sistema de vida en ciudades inhumanas.
- Crear comunidades lúcidas y autosuficientes, tanto en lo socioeconómico como en lo espiritual (como las Villas NatTec).
- Redefinir nuestras necesidades esenciales, aquellas que nos permiten ser felices, tener éxito y alcanzar la plenitud.
- Preservar y potenciar la libertad individual, eliminando toda forma de esclavitud, visible o encubierta.
- Abandonar las estructuras jerárquicas, basadas en autoridades, gobernantes y líderes, y avanzar hacia sistemas autoorganizados (como los Grupos Conscientes de Trabajo).
- Impulsar la ciencia y la tecnología guiadas por la sensibilidad, al servicio del bienestar colectivo.
- Aprender a realizar decisiones y construir consensos, superando el predominio de las mayorías, incluso las calificadas, tomando en cuenta los intereses de todos.
- Diseñar un nuevo sistema de distribución de los recursos de la Tierra, que sea equitativo, eco céntrico, transparente y eficaz.
Además, he identificado tres posibles eventos que actuarían como catalizadores de esta gran transformación:
- Grandes cambios geológicos en Gaia, intensificados por fenómenos cósmicos, como resultado de su proceso evolutivo natural y en respuesta a nuestro modelo de desarrollo inconsciente y depredador.
- La comprobación científica de que existe vida después de la muerte.
- El contacto e intercambio público, abierto y pacífico con inteligencias extraterrestres o inter dimensionales.
El impacto de estos eventos sobre nuestra consciencia colectiva sería inmenso, y podría aportar el impulso necesario para el gran salto que como humanidad tenemos pendiente de realizar.
El futuro que vislumbro supera nuestros sueños más ambiciosos. Y cada persona puede contribuir a hacerlo realidad, al menos de dos maneras:
- Profundizando en alguna de las iniciativas mencionadas, utilizándola como eje para construir el mundo posible.
- Juzgando los cambios políticos, sociales, económicos, tecnológicos o ambientales, a través del prisma de si contribuyen o no a la transición de la SBED a la SBSR.
¡Te invito a unirte a esta gran transformación en marcha!
© 2025 Vladimir Gómez Carpio
www.vladimirgomezc.com