Hoy quiero confesarme
Reflexiones desde el portal de los 75
Al cumplir mis 75 años —1 de julio de 2025— ratifiqué lo declarado en un escrito publicado cinco años atrás. Escribí esas palabras desde un lugar de gratitud.
Comparto lo que he aprendido, no porque me sienta un ejemplo, sino porque hay verdades que me han conmovido profundamente y deseo compartirlas mientras las integro en mi vida. Es mi forma de estar cerca de quienes me leen y expresarles mi amor.
En este día especial, quiero hablar no desde lo que aspiro, sino desde lo que ya forma parte de mi realidad.
Mi forma de medir el tiempo
Ya no mido el tiempo como antes: en pasado, presente y futuro. Ahora lo reconozco como tiempo consciente, tiempo ausente y tiempo perdido.
- El tiempo consciente está hecho de momentos en que me guío por mi pasión, plenos de intención y atención, en los que el tiempo se detiene y todo parece eterno.
- En el tiempo ausente habitan mis anhelos, mis deseos y mis sueños. Trabajo cada día por traerlos a la realidad.
- El tiempo perdido es ese en que la mente se enreda en el pasado o se anticipa con miedo al futuro. Intento no quedarme allí mucho rato.
Fe sin creencias
Vivimos una época en la que se habla mucho de fe, intención y ley de atracción, pero pocos se preguntan dónde habita realmente la fe. Sospecho que la fe reside en el inconsciente, junto a todo lo que hemos reprimido. Yo he elegido vivir con fe, aunque sin creencias.
Hacer lo mejor que puedo
Intento actuar con los recursos que tengo, sin perder la paz. Cuando lo logro, me convenzo de que lo que sucede es lo que conviene. Así colaboro con lo inevitable.
Antes me creía perfeccionista y sufría por los detalles. Hoy me reconozco artista, y veo en la excelencia una forma de rendir homenaje a la belleza.
Ecuanimidad y felicidad
Procuro alcanzar la ecuanimidad y permitir que la dulzura impregne mi vida. Quiero vivir de forma que nada me haga sentir más feliz, ni más infeliz. Que la paz no dependa de lo que ocurra.
Cama y juventud
Creo que la edad de un hombre o una mujer se mide con relación a la cama:
- Somos jóvenes mientras tengamos un motivo para saltar de ella cada mañana (un proyecto),
- y otro para meternos en ella cada noche (una persona a quien amar).
Si faltara el segundo, podemos sentirnos igualmente jóvenes si mantenemos vivo el entusiasmo
El amor como un ave
Para mí, el amor romántico es como un ave que habita en nuestro corazón. Al posarse en alguien fuera de nosotros, caemos enamorados. Si el ave del otro ocupa el lugar que dejó la nuestra, y ambos anidan en el corazón del otro, entonces el Cielo toca la Tierra.
Amistad sin motivo
Hoy sé por qué quiero a mis amigos. No es por afinidades, por correspondencia o por que nos frecuentemos. Simplemente los quiero porque los quiero
Entre espiritual y racional
Mis amigos intelectuales me ven como un místico. Mis amigos espirituales, como un racional. Creo que soy un intérprete: me toca hablar de espiritualidad a los racionales y de racionalidad a los espirituales.
No me quejo
Si algo no me ilusiona, me ilusiono con cambiarlo. Y si no puedo cambiarlo, cambio yo. La vida es un suspiro que no quiero convertir en gemido.
La luz entra por las grietas
Los golpes de la vida han agrietado mi ego y por esas fisuras ha podido emerger la luz de mi Ser. De ahí brota la humildad. Por eso, aunque me vean de pie, mi alma está de rodillas.
Lo que le falta a la gente
Intento imaginar en la frente de cada persona una especie de indicador que muestra cuánto amor le falta. Eso me ayuda a ser amable con todos, sin engancharme con su enojo, su tristeza o su miedo.
Humanidad dividida en dos
Podríamos dividir a la humanidad en dos grupos:
- Las personas buenas,
- y las que aún no han descubierto su bondad intrínseca.
Las primeras deberían inspirar nuestros sistemas. A las segundas deberíamos apoyarlas con compasión… y evitar que acaparen los medios de comunicación.
Autonomía consciente
No entiendo por qué debemos vivir bajo el mando de gobernantes ni líderes. Un padre educa a sus hijos para la autonomía. También nosotros deberíamos atrevernos a elevar nuestra conciencia y construir una sociedad que se autogestione. Eso reduciría la violencia desde sus orígenes.
¿Creó Dios al mundo?
No creo que Dios haya creado el mundo. Pienso que se hizo mundo. Por eso podemos encontrarlo en tres lugares:
- En nuestro corazón,
- en el corazón del otro,
- y en la Naturaleza.
No ocultes tu luz
Cada ser humano es luz para alguien. No escondamos esa luz: llevémosla alto, para que ilumine el camino de otros. Haciéndolo, también iluminaremos el nuestro.
Si alguna de estas palabras tocó algo en ti, me doy por satisfecho. Tal vez este sea el sentido de haberlas escrito.
© 2025 Vladimir Gómez Carpio
www.vladimirgomezc.com
Hoy quiero confesarme
Reflexiones desde el portal de los 75
Al cumplir mis 75 años —1 de julio de 2025— ratifiqué lo declarado en un escrito publicado cinco años atrás. Escribí esas palabras desde un lugar de gratitud.
Comparto lo que he aprendido, no porque me sienta un ejemplo, sino porque hay verdades que me han conmovido profundamente y deseo compartirlas mientras las integro en mi vida. Es mi forma de estar cerca de quienes me leen y expresarles mi amor.
En este día especial, quiero hablar no desde lo que aspiro, sino desde lo que ya forma parte de mi realidad.
Mi forma de medir el tiempo
Ya no mido el tiempo como antes: en pasado, presente y futuro. Ahora lo reconozco como tiempo consciente, tiempo ausente y tiempo perdido.
- El tiempo consciente está hecho de momentos en que me guío por mi pasión, plenos de intención y atención, en los que el tiempo se detiene y todo parece eterno.
- En el tiempo ausente habitan mis anhelos, mis deseos y mis sueños. Trabajo cada día por traerlos a la realidad.
- El tiempo perdido es ese en que la mente se enreda en el pasado o se anticipa con miedo al futuro. Intento no quedarme allí mucho rato.
Fe sin creencias
Vivimos una época en la que se habla mucho de fe, intención y ley de atracción, pero pocos se preguntan dónde habita realmente la fe. Sospecho que la fe reside en el inconsciente, junto a todo lo que hemos reprimido. Yo he elegido vivir con fe, aunque sin creencias.
Hacer lo mejor que puedo
Intento actuar con los recursos que tengo, sin perder la paz. Cuando lo logro, me convenzo de que lo que sucede es lo que conviene. Así colaboro con lo inevitable.
Antes me creía perfeccionista y sufría por los detalles. Hoy me reconozco artista, y veo en la excelencia una forma de rendir homenaje a la belleza.
Ecuanimidad y felicidad
Procuro alcanzar la ecuanimidad y permitir que la dulzura impregne mi vida. Quiero vivir de forma que nada me haga sentir más feliz, ni más infeliz. Que la paz no dependa de lo que ocurra.
Cama y juventud
Creo que la edad de un hombre o una mujer se mide con relación a la cama:
- Somos jóvenes mientras tengamos un motivo para saltar de ella cada mañana (un proyecto),
- y otro para meternos en ella cada noche (una persona a quien amar).
Si faltara el segundo, podemos sentirnos igualmente jóvenes si mantenemos vivo el entusiasmo
El amor como un ave
Para mí, el amor romántico es como un ave que habita en nuestro corazón. Al posarse en alguien fuera de nosotros, caemos enamorados. Si el ave del otro ocupa el lugar que dejó la nuestra, y ambos anidan en el corazón del otro, entonces el Cielo toca la Tierra.
Amistad sin motivo
Hoy sé por qué quiero a mis amigos. No es por afinidades, por correspondencia o por que nos frecuentemos. Simplemente los quiero porque los quiero
Entre espiritual y racional
Mis amigos intelectuales me ven como un místico. Mis amigos espirituales, como un racional. Creo que soy un intérprete: me toca hablar de espiritualidad a los racionales y de racionalidad a los espirituales.
No me quejo
Si algo no me ilusiona, me ilusiono con cambiarlo. Y si no puedo cambiarlo, cambio yo. La vida es un suspiro que no quiero convertir en gemido.
La luz entra por las grietas
Los golpes de la vida han agrietado mi ego y por esas fisuras ha podido emerger la luz de mi Ser. De ahí brota la humildad. Por eso, aunque me vean de pie, mi alma está de rodillas.
Lo que le falta a la gente
Intento imaginar en la frente de cada persona una especie de indicador que muestra cuánto amor le falta. Eso me ayuda a ser amable con todos, sin engancharme con su enojo, su tristeza o su miedo.
Humanidad dividida en dos
Podríamos dividir a la humanidad en dos grupos:
- Las personas buenas,
- y las que aún no han descubierto su bondad intrínseca.
Las primeras deberían inspirar nuestros sistemas. A las segundas deberíamos apoyarlas con compasión… y evitar que acaparen los medios de comunicación.
Autonomía consciente
No entiendo por qué debemos vivir bajo el mando de gobernantes ni líderes. Un padre educa a sus hijos para la autonomía. También nosotros deberíamos atrevernos a elevar nuestra conciencia y construir una sociedad que se autogestione. Eso reduciría la violencia desde sus orígenes.
¿Creó Dios al mundo?
No creo que Dios haya creado el mundo. Pienso que se hizo mundo. Por eso podemos encontrarlo en tres lugares:
- En nuestro corazón,
- en el corazón del otro,
- y en la Naturaleza.
No ocultes tu luz
Cada ser humano es luz para alguien. No escondamos esa luz: llevémosla alto, para que ilumine el camino de otros. Haciéndolo, también iluminaremos el nuestro.
Si alguna de estas palabras tocó algo en ti, me doy por satisfecho. Tal vez este sea el sentido de haberlas escrito.
© 2025 Vladimir Gómez Carpio
www.vladimirgomezc.com